La creación de un Fondo Nacional de Cemento Solidario (FNCS) como una herramienta para contribuir a la construcción de casas de interés social en el sur del país, devastado por el terremoto del 15 de agosto del año pasado, con la participación de la empresa privada, la sociedad civil y los organismos del Estado propuso el periodista Oscar Vargas Romero, en carta abierta al presidente de la República, doctor Alan García Pérez.
"Se trata de un trípode, todo terreno altamente productivo en la reconstrucción de viviendas para sectores de extrema pobreza que permite acceder a materiales solventes, durables y baratos", señaló Vargas Romero en su propuesta al precisar que se trata de un mecanismo que se basa en la responsabilidad social empresarial bien entendida.
Para la creación de este FNCS, el periodista no sólo cita experiencias recientes en América Latina como es el caso de la empresa CEMEX de México o Servivienda de Colombia, sino las que acaban de realizar en las localidades iqueñas Sunampe y Pisco la empresa peruana Cementos Lima, Asociación Atocongo, su brazo de responsabilidad corporativa y ABC (Alianza por el Bien Común), una organización ligada a la Iglesia peruana.
Al respecto, Vargas Romero indicó que son testigos presenciales de estas experiencias el Ministro de Vivienda y Construcción y Presidente de FORSUR, economista Enrique Cornejo Ramírez y el Presidente del Congreso de la República, doctor Luis Gonzales Posada, quien acaba de firmar convenio con estas entidades con el fin de construir un lote de casas de interés social en Pisco.
Carta Abierta al Presidente de la República
POR UN FNCS (FONDO NACIONAL DE CEMENTO SOLIDARIO)
Lima, 23 junio del 2008
Señor Doctor
ALAN GARCÍA PÉREZ
Presidente Constitucional de la República
Plaza de Armas s/n, Lima-Lima 1
Presente.-
ATENCIÓN: Presidente del Congreso de la República
Ministro de Vivienda y Construcción
De mi especial consideración:
Señor Presidente. Faltan pocos meses para recordar con suma tristeza, el primer aniversario del terremoto que asoló al sur con sus secuelas de muerte y destrucción. Sabemos de su personal empeño y, en especial, de los esfuerzos que despliega el Ejecutivo para superar la tragedia del 15 de agosto que aunó en un puño al Perú. A estos esfuerzos, como un aporte desde la prensa, queremos plantearle la creación del Fondo Nacional de Cemento Solidario (FNSC) que recusa fundamentalmente el modelo oficinesco, burocrático y por lo tanto estéril. Se trata de una herramienta que abre las puertas a la empresa privada, a la sociedad civil sin exclusión alguna y al Estado. Un trípode todo terreno, altamente productivo en la reconstrucción de viviendas para los pobres, dotado de un mecanismo que combate la corrupción y, a la vez, permite acceder a los beneficiarios de materiales solventes, durables y baratos. Es decir, un andamiaje que se sustenta no en la filantropía ni en la caridad, sino en la responsabilidad social y principalmente en la solidaridad que muchos empecinados, en esta era del egoísmo, seguimos enarbolando porque es un principio de defensa de la vida.
Señor Presidente, esta propuesta no se ha inspirado en un arresto utópico ni menos en una actitud proveniente de un grupo de mecenas. En la reciente historia de América Latina, desde un nuevo de responsabilidad social empresarial (RSE), se han registrado hechos trascendentes en el desarrollo de soluciones habitacionales masiva a bajo costo. Inclusive, se han diseñado y ejecutado programas de vivienda de interés social con un doble objetivo: dar techo decente y en esta dinámica generar puestos de trabajo dignos. Una tarea en la que se activamente se comprometen la empresa privada productora, el gobierno regional, la municipalidad, la cooperativa, la escuela, el club de madres y hasta la parroquia. Todos los protagonistas, como si fuera una orquesta sinfónica, bajo la batuta magistral del Estado, llámese, en nuestro caso, Ministerio de Vivienda. La ejecución de una partitura con clave de transparencia y rendición de cuentas, a cargo de un exhaustivo control en base a redes ciudadanas de vigilancia.
Estas experiencias, Señor Presidente, se encuentran en programas sociales fácilmente identificables de México, Venezuela, Colombia y Brasil. Una de las iniciativas de mayor impacto social ha sido y sigue siendo la que CEMEX de México viene implementando en varios países vecinos. Se distingue por el éxito logrado por sus productos Cemento Solidario (CS) y Bloqueras Solidarias (BS), verdaderas maquinarias que en base a la capacitación comunal, utilizando la organización cooperativa, enseñan a la gente a manufacturar sus propios bloques para la construcción de sus casas, con maquinarias proporcionadas por el Estado y los insumos que la empresa privada ha colocado en el mercado local a precios solidarios. De esta manera, se elimina el concepto de la dádiva y se afianza los valores de la propiedad y la libertad por el camino del ahorro y el esfuerzo comunitario.
Señor Presidente, aquí en el Perú hay ya un campo allanado para que hagamos realidad este proyecto. Se han puesto las primeras piedras. Son testigos presénciales de estos esfuerzos silenciosos, pero efectivos, el Ministro de Vivienda y Presidente de FORSUR, Enrique Cornejo Ramírez y el Presidente del Congreso de la República, Luis Gonzales Posada.
Ambos conocen, en el terreno, cómo la organización sin fines de lucro ABC (Alianza para el Bien Común) junto a la Orden Menor de los Padres Capuchinos de San Francisco han construido cincuenta casas para pobladores de extrema pobreza en el distrito de Sunampe (Chincha), afectados por el terremoto, con la decisiva participación de Cementos Lima, a través Asociación Atocongo, su brazo armado de responsabilidad social corporativa.
Las casas de Sunampe, llamadas ahora como "las casitas de la fe" , se construyeron a bajo precio, con mano de obra de los propios pobladores beneficiarios, el enlace responsable de la municipalidad local, la estrecha colaboración de los sacerdotes franciscanos, los insumos proporcionados a bajo precio de Cementos Lima y el aporte de la comunidad internacional que se tradujo en la dación de la tecnología a cargo de Servivienda, una institución social colombiana que en los últimos 30 años ha construido, con esta modalidad, cerca de 100 mil viviendas de interés social.
Esta experiencia, Señor Presidente, sirvió para que, luego de un exhaustivo estudio, el Congreso de la República firme un convenio con ABC y Cementos Lima para la construcción de un lote de casas de interés social en la devastada Pisco que espera ver concretadas, en el corto plazo, otras casitas que se levantarán en nombre de la solidaridad.
Como usted comprobará, Señor Presidente, las bases de este proyecto ya tienen raíces. Es cuestión de fe y aliento suyo. Hagamos FNCS.
Atentamente,
OSCAR VARGAS ROMERO
Past Decano del Colegio de Periodistas de Lima
Registro CPC 1074