Las actitudes xenófobas se extendieron de las plazas y parques de Santiago de Chile hasta el Hospital San José. Una peruana de 37 años dio a luz en el baño del mencionado nosocomio, asistida por su marido después que el personal del centro de salud le negara la atención con el argumento de que aún no era el momento del parto.
Bernardita Vega y su esposo, Cléver Flores Gutiérrez, llegaron anoche al Servicio de Urgencias del Hospital San José, en el sector norte de la capital chilena, ella embarazada de su cuarto hijo, pero tras dos horas de espera les dijeron que se fueran a su casa, pues presentaba una dilatación insuficiente.
Ante la inminencia del parto, la mujer optó por dirigirse al baño destinado al público en el Servicio de Urgencias y allí dio a luz a su hijo, con su marido como improvisado médico.
Algunas personas que también esperaban atención ayudaron a Flores para que asistiera a su mujer, que si fue atendida cuando ya el bebé, un niño, respiraba junto a Bernardita.
Cléver Flores relató a la emisora de radio Cooperativa la peripecia de que "al ver que no la atendían, ella me solicitó que la llevara a la casa. Ante mi negativa ella me dijo que la llevara al baño, porque comenzó a sangrar y las contracciones eran muy fuertes".
Una vez en el baño y tras nacer el niño, Flores dijo que aparecieron unos funcionarios con una camilla y se llevaron a su madre y al bebé. Más tarde le informaron de que ambos se encontraban bien de salud. Los responsables del hospital se han rehusado a comentar el incidente.