Tras las celebraciones propias de la Fiesta de la Navidad y las cábalas y ritos por la llegada del Año Nuevo, los fieles católicos en todo el mundo conmemoran desde distintos púlpitos y sagrarios, la Epifanía del Señor Jesucristo, comúnmente llamada Bajada de Reyes.
Aunque los festejos centrales se desarrollan tras las cuatro semanas de cuaresma, la llegada de la Noche Buena y el 25 de diciembre, los templos católicos en todo el mundo se aprestan a recibir en sus edificaciones, la llegada de miles de fieles que, fervientes de la tradición de la llegada y adoración al Salvador, se preparan para conducir a las variadas, pero sagradas imágenes hasta el altar central de cada templo católico.
Desde tempranas horas de la mañana y aprovechando la llegada de esta fiesta en domingo, cientos de creyentes abarrotaron los principales santuarios de la ciudad, a la espera de recibir de manos de sacerdotes, la bendición para sus sagradas imágenes que representan al Redentor hecho niño y aunque en muchos casos figuran a nacimientos costumbristas y propios de diversas zonas del país, simbolizan el mismo sentimiento de la comunidad cristiana.