La denuncia presentada por el importador Dimas Echevarría Mariño y el anuncio de una paralización de 48 del gremio regional de transportistas tuvo eco en la Superintendecia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), quien hoy dispuso el cambio de la alta dirección de la Intendencia Regional de Aduanas Tacna.
En reunión citada por la comisión investigadora capitalina encabezada por Hugo Aguayo, ex Intendente de la SUNAT Tacna, los transportistas y Echevarría recibieron la noticia de la rotación de 6 jefes y la llegada de un nuevo intendente aduanero, Jaime Mosquera Grados.
Con ello, los empresarios de carga pesada se comprometieron a suspender la paralización que había de iniciar a las 00:00 hrs. del 3 de enero (mañana); siempre y cuando las indagaciones de los funcionarios limeños culmine en términos que satisfagan sus exigencias.
Alex Villanueva y Dante Morales |
Además, ambas partes acordaron instalar una mesa de diálogo donde se toquen las problemáticas de valorización incorrecta de las importaciones, corrupción de funcionarios y abuso de autoridad, explicó Dante Morales, uno de los representantes de los transportistas.
Por su parte, Alex Villanueva, dirigente nacional del mencionado sindicato agradeció el apoyo de las autoridades de la SUNAT y se mostró crédulo en que el proceso será transparente, depositando su total confianza en Aguayo y los nuevos jefes designados en la Capital de la República.
Pero lamentó que muchos "justos hayan pagado por pecadores", pues considera que muchos de los jefes removidos son personal probo, que gozan de una conducta e historial intachable.
Dimas Echevarría Mariño |
Como sabe, el corrupto engranaje de la Intendencia Regional de Tacna se hizo de conocimiento luego que Marcos Manrique Villavicencio, segundo en la jefatura de Aduanas de Tacna, fue detenido en el aeropuerto Carlos Ciriani acusado por Echevarría de haberle pedido US $/.2.000 para "acelerar" los trámites para importar vehículos de segundo uso.
Producto de ello el Ministerio Público y la Policía Anticorrupción dispusieron una operación para confirmar la acusación, de la cual Manrique terminó recluido en el CRAS de Pocollay.
Los empresarios de carga pesada aprovecharon la oportunidad para levantar su voz de protesta, hartos de ser víctimas de constantes "coimas" y extorsiones de funcionarios aduaneros, por lo cual iniciaron una campaña en contra de la supuesta red de corrupción, exigiendo la expectoración de sus visibles cabezas en la intendencia aduanera, en el Poder Judicial y en la fiscalía especializada.