El alcalde optó por anular la competición antes las crecientes críticas.
Una mujer coloca un cartel contra el maratón en Nueva York. / SETH WENIG (AP)
No habrá maratón en Nueva York este domingo. Al final al alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, no le ha quedado otra que ceder. Después de días de presiones por parte de los participantes, los políticos de la ciudad y los residentes para cancelar el maratón más famoso del mundo tras el paso de Sandy, autoridades locales y los organizadores del evento han decidido cancelarlo. Esta carrera se ha realizado en la ciudad de los rascacielos desde el año 1970; ni siquiera se anuló tras los atentados del 11-S, cuando se llevó a cabo dos meses después.
Los críticos habían manifestado estos días que «era de muy mal gusto que se siguiera adelante con la carrera cuando había gente que lo había perdido todo y que los servicios municipales debían centrar su atención en las operaciones de recuperación». Por el contrario, los defensores, entre ellos Bloomberg, aludían a la «subida de la moral de los ciudadanos» para mantener la carrera en Nueva York este domingo.
Todavía no está claro si el maratón se cancela de forma permanente o será pospuesto a otra fecha, sostiene el mismo diario. En la carrera participan unos 50.000 corredores y algunos de ellos ya han llegado a la ciudad.
Además tras cinco días de que el huracán Sandy tocara tierra, la falta de combustible ha causado exasperaciónentre los estadounidenses que residen en las regiones más afectadas por el temporal. La escasez de gasolina ha provocado, por tercer día consecutivo, largas colas tanto en las gasolineras de los Estados de Nueva York y Nueva Jersey —con orden de racionar el combustible— como en los accesos a un transporte público colapsado por la lenta reanudación del servicio de metro.
Ante la situación de caos, las autoridades federales han decido enviar la noche de este viernes 90 millones de litros extras de combustible y han levantado las restricciones que existían sobre la entrega de cargamentos a barcos extranjeros. Movimiento que se complementa al elaborado por la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, quien ordenó la suspensión de la legislación que prohíbe que los petroleros puedan entrar en el puerto de Nueva York para aliviar la falta de crudo en las refinerías.
A primeras horas de la tarde, el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Nueva Jersey, Sal Risalvato, aseguró que más del 80% de las gasolineras del Estado no pueden suministrar combustible. En el vecino Nueva York, las gasolineras de Long Island y Staten Island informaron de que carecen de reservas, mientras en Queens crecían las filas de vehículos esperando a repostar.
Intentando calmar los ánimos de la ciudadanía, el gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, pidió durante la mañana de este viernes a los neoyorquinos que no se dejen llevar por el pánico después de reconocer que “existe escasez de gasolina”. “Varios barcos cargados de combustible han llegado ya al puerto de la ciudad y, en breve, se suministrará a las gasolineras”. “Estamos progresando. No se pongan nerviosos, pronto estará solucionado”, ha reiterado.
(El País)