Un llamado a la unidad, justicia y búsqueda de soluciones a los problemas que agobia a la sociedad tanto a la población como a sus autoridades realizó Monseñor Marco Antonio Cortés Lara obispo de la diócesis de Tacna y Moquegua a pocas horas de recibir la navidad 2007, aseverando que pese a todo obstáculo debemos tener impregnados en nosotros una fe inquebrantable a Dios, porque Dios es ternura y nosotros como seres humanos necesitamos y nos regimos por el cariño.
"Dios es ternura y nosotros necesitamos del cariño… Quién no necesitas sentirse querido y querer, pero a veces este querer cuestas fatigas porque nos encontramos con desilusiones. Dios es una persona que nunca falla, que nunca traiciona, por eso el hecho de que dios da ternura, tenga un rostro y el amor tenga un nombre es algo maravilloso… Mi mensaje para toda la feligresía tacneña es que se abran a la ternura de Dios porque nunca serán defraudados", aseguró.
Dijo que a pocas horas de las fiestas de navidad es bueno volver a los orígenes, teniendo presente que Dios no es un sentimiento religioso; por lo que instó a rechazar esa postura de que Dios es una especie de pomadita para una herida, una cucharita de azúcar para un café amargo porque Dios es mucho más que eso; Dios es el que ilumina transforma y cambia la vida de una persona como de una sociedad.
Para monseñor Cortes elegir entre la esclavitud humana y la libertad que nos da la fe no es nada fácil por el mismo costumbrismo asumido de generación en generación por lo que instó a tener fe en el Supremo Hacedor quien iluminará toda nuestra vida.
"Nosotros sabemos que no es fácil creer, no nos resulta fácil ir por la vida con la fe, a veces excluimos a Dios porque la misma circunstancia nos plantea siempre ese hecho: o la radicalidad evangélica o el contemporizar. Estamos acostumbrados a este estilo de contemporizar que todo sea más o menos, a que las circunstancias nos marquen las pautas del comportamiento durante nuestra existencia ; cuando bien sabemos que las circunstancias no pueden marcar nuestro comportamiento", inquirió.
Asimismo, invocó a las autoridades tacneñas a buscar la unidad en la concreción de proyectos, asegurando que la desigualdad tiene un presupuesto que es la unidad; ya que los particularismos, esas especies de partidismo de grupo de capillita hacen mucho daño.
"El punto central es el bien común de la sociedad, por lo que el respeto a los demás, la lealtad a una sociedad que le ha dado un voto de gobierno es fundamental para encontrar soluciones que verdaderamente cuando venga otras autoridades las pueda continuar, pero como toda sociedad lo sabe es el peligro que se cierne siempre, nosotros siempre estamos a la cola, en una fila eterna y nunca terminamos de ingresar a la casa", expresó el obispo de Tacna y Moquegua, remarcando finalmente que el pensamiento humano de que la técnica, la política, la economía deshumanizada a espaldas de Dios nos podrá salvar , debe ser dejado de lado , porque el único que nos puede salvar de todas nuestra penalidades y vanaglorias con un verdadero arrepentimiento, deberá tener como referente fundamental a Dios, ese Dios que ha querido hacerse parte de nosotros naciendo en un pesebre en el pueblo de Belén hace miles de años para beneplácito y salvación de la humanidad.