La visita de Sarkozy es importante porque Francia es el país con más nucleares (sus 58 reactores producen el 75% de la electricidad nacional) y Japón sigue en alerta máxima por la contaminación radiactiva que emana de los reactores de la siniestrada central nuclear de Fukushima.
Sarkozy llega a Japón después de asistir en China a reuniones económicas relacionadas con su presidencia del G8 y del G20. El presidente francés ha sido recibido por el primer ministro japonés, Naoto Kan, que ha anunciado que explicará la crisis nuclear acaecida en Japón a sus colegas del G8 (EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Rusia) cuando se reúnan en Deauville (Francia) a finales de mayo.
En rueda de prensa conjunta con Kan, sarkozy ha explicado que Francia y Japón "no tienen muchas opciones" aparte dela energía nuclear si el objetivo es reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, aunque se trabaja en energías alternativas. Sostiene, además, que la tragedia de Japón no fue un problema de la central, sino de un terremoto y un tsunami. Por su parte, Kan reiteró que revisará la política nuclear japonesa cuando se controle la situación en Fukushima.
La visita del presidente francés ha venido precedida por el envío a Japón de dos técnicos franceses expertos en tecnología nuclear, a petición de este país, para colaborar con los especialistas japoneses en la solución de la crisis. Estos dos especialistas, uno del grupo nuclear francés Areva y otro del Comisariado de la Energía Atómica, ayudarán a sus colegas japoneses en las labores de bombeo y de tratamiento del agua radioactiva, según explicó la ministra de Medio Ambiente, Nathalie Kosciusko-Morizet.
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