Aunque fue dos veces ganadora del Óscar, por BUtterfield 8 (1960) y Who's afraid of Virginia Woolf (1966), Taylor era más célebre por simplemente ser Elizabeth Taylor: sexy, glamorosa, intempestiva, frágil, siempre seguida por los medios y por los fanáticos.
"Soy una esposa muy comprometida", dijo una vez. "Y debo estar comprometida también para haberme casado tantas veces".
Pero Taylor también era una actriz efectiva y notable. Su desgarradora actuación en Who's afraid of Virginia Woolf (1966) la mostró como una persona amargada y de mal carácter, todo lo contrario a su imagen en la vida real.
También proporcionó fuertes actuaciones en Giant (1956), Raintree County (1957), Cat on a hot tin roof (1958), tres películas que ayudaron a construir su reputación como símbolo sexual a nivel mundial, así como en The sandpiper (1965) y Reflections in a golden eye (1967).
Taylor era apoyaba fervientemente carias causas caritativas, notablemente en la lucha contra el sida. Ella fundó la Elizabeth Taylor AIDS Foundation después de la muerte de su amigo Rock Hudson, y ha dedicado mucho de su dinero y tiempo en su mantenimiento, especialmente desde que su carrera como actriz se redujo en los años ochenta. La BBC una vez señaló que su trabajo caritativo había recaudado tanto como su carrera cinematográfica. (CNN)