El presidente de la Confederación de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Ricardo Briceño, señaló que en las alianzas electorales deben primar las afinidades políticas e ideológicas, antes que las simpatías personales, porque eso consolida consensos en torno a un programa de gobierno.
El líder empresarial manifestó que a diferencia de campañas anteriores, donde las alianzas y las fórmulas presidenciales se hacían en función de las personas, en estas elecciones se nota un esfuerzo de los partidos, por más pequeños que sean, de juntarse con aquellos con lo que comparte una visión de país y una idea de gobierno.
Eso es bueno, dijo, porque enriquece la política, propicia los consensos en torno a un programa, y detiene la fragmentación, que tanto daño hace al sistema.
En declaraciones a la Agencia Andina, comentó que al margen de las simpatías o antipatías que despierten las candidaturas de Keiko Sofía Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski o Alejandro Toledo, no se puede negar que ha habido convergencia política en la elección de sus aliados electorales.
Según Briceño, a esto ha contribuido también el hecho que ahora exista un consenso más o menos generalizado de que hay que mantener el modelo de economía social de mercado, pero con diferentes matices.
Refirió que salvo uno o dos candidatos, que apuestan por modelos más bien de corte estatista, el resto de candidatos defiende la continuidad de la política económica, algunos con un matiz más social, y otros más de mercado.
Briceño se ratificó en su percepción expresada en la última Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) respecto a que el consenso que hay entre los candidatos a la presidencial hace difícil que pueda ganar un postulante que cambie el modelo económico.
Señaló que ello otorga confianza para que los empresarios e inversionistas puedan hacer apuestas de largo plazo en el país, lo que favorece el crecimiento económico de la nación.
En su opinión, no debería volver el tiempo en que una candidata de un partido de centro derecha llevó como su candidato a la vicepresidencia a un líder sindicalista de izquierda, porque a su juicio eso distorsiona la coherencia de la política.
Cortesía: Andina
