Sólo un día después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) difundiera un informe en el que considera que el Gobierno de Hugo Chávez "atenta" contra la democracia y los derechos humanos, el mandatario anunció este jueves que va a abandonar ese organismo por considerarlo un "cuerpo politizado" y utilizado por "el imperio [EE UU] para agredir" a los gobiernos, al tiempo que calificó de "excremento puro" a su secretario general, Santiago Cantón. Insistió además en que su convicción es que en un futuro cercano la Organización de Estados Americanos desaparezca.
Vamos a "prepararnos para denunciar el acuerdo a través del cual Venezuela se adscribió, o como se llame, a esa nefasta Comisión Interamericana de Derechos Humanos y salirnos de ahí. Pa' qué? No vale la pena, es una mafia lo que hay ahí", explicó en un largo encuentro con periodistas en Caracas. Según Chávez, el documento no es más que un informe "ignominioso" de la "inefable" CIDH constituido por "una colcha de retazos".
Poco antes, en declaraciones a la radio local, el agente de Derechos Humanos del Estado venezolano, Germán Saltrón, expresaba el rechazo de su Gobierno al informe porque carece de "pruebas" y "está basado en denuncias presentadas por ONG cuyas únicas pruebas son reseñas de los medios de comunicación que". La CIDH tuvo que elaborar el documento sin haberse trasladado a Venezuela para realizar la investigación porque Caracas no accede a su presencia en el país mientras no reconozca que "erró" al apoyar el golpe de Estado que derrocó a Chávez por apenas 48 horas en abril de 2002.
En su encuentro con la prensa, el presidente venezolano habló también de otros temas polémicos como su tensa relación con su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, con quien esta semana protagonizó un sonoro enfrentamiento en la cumbre del Grupo de Río celebrada en México que acabó con gritos e intercambio de insultos: Chávez espetó al presidente colombiano un "vete al carajo", a lo que Uribe respondió con un "sea varón y quédese a discutir de frente". Al respecto, el mandatario venezolano reconoció que su acalorada discusión fue "lamentable" y se mostró dispuesto a "sentarse a conversar" para normalizar las relaciones entre ambos países. Por su parte, aseguró, no existe impedimento alguno para dialogar con Uribe "las veces que sean necesarias", aunque subrayó que el diálogo está supeditado al "cese de todas las agresiones de Colombia contra Venezuela".
Cortesía: El País
