El primer ministro de Haití, Jean Max Bellerive, ha dicho este martes que se han contabilizado ya más de 200.000 muertos por el terremoto que asoló Puerto Príncipe y ha precisado que esta cifra no incluye los cadáveres que han quedado bajo los escombros ni las víctimas enterradas por sus propias familias.
Bellerive ha ofrecido estos datos durante una comparecencia en el Senado, en la que planteó a la Cámara la necesidad de cambiar la estructura del Gobierno para poder afrontar la crisis derivada del seísmo. "El Gobierno, tal como está constituido ahora, no puede aportar resultados frente a esta situación", ha dicho el primer ministro, quien ofreció como alternativas formar un Ejecutivo de crisis, con una redefinición de la misión de los ministros, o dejar el gabinete como está y crear, además, un Comité Nacional de Crisis.
Convocado por los senadores para informar sobre la situación tras la catástrofe del 12 de enero, Bellerive planteó esta propuesta y pidió al Senado que la debata en la sesión de este martes, al considerar que se trata de un asunto esencial.
En un balance global de la gestión del Gobierno, ha explicado que tras el terremoto fue necesario tomar medidas urgentes para conseguir el restabecimiento de las comunicaciones, la retirada de los cadáveres de las calles y la reordenación del tránsito en la devastada capital. Bellerive ha mencionado también la urgencia en lograr de nuevo la disponibilidad de carburante y la gestión de la atención a los heridos en los hospitales, así como relanzar las actividades comerciales y organizar la coordinación de la ayuda internacional.
Todo ello se consiguió con cierta normalidad menos la coordinación de la ayuda, que se ha convertido en la "cuestión caliente" de esta crisis, ha dicho.
Bellerive se ha referido a los problemas de infraestructura que hubo en el aeropuerto de la capital, lo que impidió en los primeros momentos la llegada de aviones, y dijo que en la distribución de la ayuda hay "una frustración de la población y también una frustración del Gobierno". Según él, el problema principal es que la ayuda pasa por las organizacones no gubernamentales (ONG) en vez de pasar por el Gobierno, cuando "muchas de las ONG no estaban listas para ello".
Además, ha explicado que hay otra complicación en la distribución de la ayuda porque los damnificados del terremoto se confunden con otras personas que ya vivían en una situación de precariedad y pobreza antes de la catástrofe, lo que dificulta el reparto y crea "tensiones".
En su opinión, la cuestión no es reconstruir lo que fue destruido, ya que la situación antes del 12 de enero no era buena, y subrayó que el 60% del Producto Interior Bruto (PIB) de Haití quedó destruido en 35 segundos. Bellerive, quien acudió al Senado acompañado de varios ministros, consideró por todo ello que es necesario gestionar la política pública de otra manera, razón por la que planteó cambiar el perfil del Gabinete.
El senador de la Organización del Pueblo en Lucha (OPL) Andris Riche interpretó el discurso del jefe del Gobierno como "una "capitulación". Estimó que el primer ministro se dio cuenta de que "el Gobierno es incapaz de asegurar el seguimiento" y la gestión de los problemas actuales. En su opinión, dada esta situación excepcional, es necesario un gobierno integrado por otros ministros.
Cortesía: El País