En medio de gran congoja y desgarradoras escenas de dolor, fueron sepultados los restos de la estudiante Ana Aguilar Jarro (17), quien dejara de existir el pasado jueves en horas de la noche, tras permanecer internada tres días en el nosocomio local.
El cuerpo de la menor, fue trasladado desde la asociación 26 de mayo, manzana B Lte 30, hasta el cementerio general de la ciudad.En este lugar se dieron cita sus familiares, vecinos, además de compañeros de clases y docentes de la institución educativa Don José de San Martín, quienes le dieron el último adiós a Ana María Aguilar.
El féretro de la menor fue depositado en el nicho G-18 del cuartel Juan Pablo II, mientras sus padres y hermanos pedían el esclarecimiento de los hechos, para determinar las causas que llevaron a su hija a padecer primero de muerte cerebral y luego perder la vida.
Aunque hay quienes aseguran que la menor perdió el conocimiento tras caer del cerco perimétrico de una losa deportiva, lo familiares insisten en que existirían otros responsables de este hecho.