La Corte Suprema de Justicia de la República dispuso la restitución de Lizardo Jaime Benites Panuera en su puesto de trabajo en la SUNAT, a pesar de que fue despedido, en diciembre del 2005, por solicitar 15 mil dólares a un importador para "arreglar" una deuda tributaria, durante una auditoría de fiscalización que se le venía efectuando.
El caso se remonta al año 2005, cuando el empresario denunció al entonces trabajador de la División de Almacenes de Aduanas ante la Oficina de Control Interno de la Administración Tributaria, por las presiones que venía recibiendo de parte de Benites Panuera, quien exigía, irregularmente, un pago para solucionar sus problemas tributarios.
Gracias a la colaboración del denunciante (que entregó los audios de las conversaciones telefónicas sostenidas como parte de las supuestas negociaciones), se logró confrontar a Benites con pruebas irrefutables, asumiendo la responsabilidad de sus actos. De esta manera, se procedió a su despido inmediato de la Institución.
Sin embargo, el ex trabajador presentó una acción de amparo contra la SUNAT, por una supuesta violación de sus derechos laborales, ante el Poder Judicial de Huaura, entidad que falló a su favor y dispuso su reincorporación en agosto de 2006.
En octubre de ese mismo año, el ente recaudador lo despidió nuevamente, al presentar como pruebas del delito, las grabaciones en las que asumía su responsabilidad por los hechos, que no se habían utilizado en el primer proceso judicial.